Los últimos románticos todavía existen y el mejor ejemplo es el caso de un turista alemán, quien aprovechó la reapertura de la torre Eiffel, en París, para pedirle matrimonio a su enamorada.
Como se observan en imágenes, Eric Gopel llevó a su enamorada hasta la planta más alta de la atracción turística. Cuando se encontraban en una vista panorámica tomó valor y le hizo la gran pregunta.
Haciendo uso de la increíble vista como telón de fondo se arrodilló y le pidió matrimonio. La joven emocionada no lo pensó dos veces en aceptar su propuesta y se puso a llorar de la felicidad.