Los Hermanos Musulmanes, partidarios del depuesto presidente Mohamed Mursi, instaron a protestar contra el gobierno egipcio, que declaró en estado de emergencia a todo el país. Por su parte, las autoridades egipcias autorizaron a la policía disparar balas reales contra los manifestantes que ataquen bienes públicos o a las fuerzas de seguridad. Este grupo de musulmanes denominó a su protesta "viernes de la ira" o "marcha de la ira" tras la matanza en las calles en favor del depuesto presidente Mursi, que dejan hasta el momento 638 muertos.