Un informe de la Contraloría revela una vez más el inexistente filtro que tiene el gobierno de Pedro Castillo para designar funcionarios. Un documento expone que Jorge Alva, el secretario general del Despacho Presidencialno cuenta con la experiencia mínima requerida para ocupar tan importante cargo.
El cargo de secretario presidencial debe recaer sobre una persona preparada y sobre todo sin cuestionamientos, sin embargo, en estos nueve meses de gestión presidencial de Pedro Castillo se ha hecho todo lo contrario.
En su hoja de vida Jorge Alva consigna que fue subgerente cinco meses en el área de planeamiento en el municipio de Jesús María, y siete meses como subgerente de promoción de la inversión en la misma municipalidad. Además que se desempeñó un año como jefe de una sub-oficina de recursos humanos en Osinfor.
IRREGULARIDADES DETECTADAS POR CONTRALORÍA
La Contraloría certificó que Alva mintió ya que no coinciden los períodos laborales que consignó. Además no acreditó la experiencia laboral adicional que presentó.
Pero estos hechos no han sido los únicos detonantes para cuestionar la designación de Jorge Alva. El diario Perú 21, reveló hace algunas semanas que contaba con denuncias policiales por agresión a su propia pareja.
Pero no sólo los ministros se mostraron indiferentes ante estos cuestionamientos, el área de recursos humanos de Palacio de Gobierno pese a las denuncias y a la falta de requisitos continuó con la designación.
Este es uno de los tantos nombramientos cuestionados del presidente Castillo, quien en estos meses de gestión designó en importantes cargos del Estado a denunciados, investigados, sindicados de maltrato familiar, promotores de aguas milagrosas, plagiadores de tesis y personas sin la mínima experiencia.