Exministros recuerdan a Alan García como apasionado con el trabajo
Uno de ellos fue Ántero Flores-Aráoz, quien lo recordó como una persona que exigía resultados y por la gran emoción que sentía en los trabajos de índole social.
Uno de ellos fue Ántero Flores-Aráoz, quien lo recordó como una persona que exigía resultados y por la gran emoción que sentía en los trabajos de índole social.
Ante la partida del ex presidente de la República, Alan García, varios exministros afirmaron que trabajar con él demandaba mucho esfuerzo y sacrificio pues siempre estaba pendiente de los resultados de las tareas que ordenaba en las diferentes carteras ministeriales.
“Era muy afable con los ministros, pero muy vehemente también en pedir resultados y tenía una gran emoción social sobre todo por programas de esa índole y porque la economía del país creciera y entendió a diferencia del primer gobierno que sin inversión no hay trabajo y sin trabajo no hay bienestar”, manifestó Ántero Flores-Aráoz, extitular de Defensa.
Una apreciación similar tuvo Nidia Vílchez, exministra de Vivienda y de la Mujer, quien recordó las llamadas que le hacía el ex jefe de Estado a altas horas de la noches para continuar coordinando actividades.
“Podría usted recibir como lo hice en el Ministerio de Vivienda a las 12 de la noche sonaba el teléfono de tres dígitos que conectaba directamente con Palacio de Gobierno a preguntar ¿cómo va esto? ¿cómo va la política pública? ¿cuándo se inaugura tal obra? Doce de la noche y seguíamos trabajando.
En tanto, Rafael Rey, extitular de la cartera de Defensa, señaló que a pesar de no ser aprista, trabajar junto a Alan García le generó muchas satisfacciones y que siempre se sintió respaldado.
“Alan García me convocó y me dijo dos cosas, me hizo dos reflexiones que las he compartido en las últimas horas. La primera que Dios no le había dado una segunda oportunidad por las puras, él tenía muy claro la deuda que tenía con el Perú y que la quería saldar y lo segundo que no me olvidara que la persona más segura es el converso y que él era converso de todas las tonterías socialistas que él había defendido en su juventud”, sostuvo.
Finalmente Jorge del Castillo, quien en su momento fue primer ministro y abogado del expresidente, manifestó que él siempre estaba abierto a escuchar nuevas ideas.
“Tenía la capacidad de escuchar y resolver de acuerdo a los criterios, no era una persona cerrada, por el contrario, diría que era una persona muy abierta a loa consejos, a los puntos de vista y de ahí sacamos conclusiones”, narró.
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