La angustia vuelve a instalarse en un hogar peruano. En menos de tres meses, una adolescente de 15 años desapareció por segunda vez en Trujillo, mientras su madre clama por apoyo inmediato de las autoridades ante la sospecha de que la menor haya caído en manos de una mafia de trata de personas.
SEÑALES DE EXPLOTACIÓN
Según contó la madre, la primera desaparición terminó con un hallazgo alarmante: su hija presentaba golpes y estaba moreteada. “Ella me dijo que la tenían en trata de personas, vendiéndola a hombres”, relató entre lágrimas. La mujer aseguró que encontró a la menor “muy mal”, lo que refuerza sus temores sobre un posible círculo de explotación que operaría con otras niñas.
La segunda desaparición ocurrió el 3 de diciembre. La madre explicó que salió a trabajar y, al regresar, encontró la puerta de su casa abierta y restos de algodón con olor a droga. “Se la llevaron aprovechando que no estaba”, denunció, al tiempo que pidió acelerar la búsqueda ante el riesgo inminente para la vida de la adolescente.
SIN APOYO DE LA POLICÍA
La mujer afirmó que, pese a haber presentado la denuncia a la policía, no recibió el respaldo prometido. “Me dijeron que iban a venir, pero la policía nunca llegó a revisar la casa ni lo que había ahí”, sostuvo. Además, señaló como sospechosa a una mujer morena que, según su hija, la habría retenido durante la primera desaparición en una vivienda donde también habría otras menores.
Ante la falta de resultados, la madre pidió la intervención directa del Estado y solicitó ayuda al presidente José Jerí para recuperar a su hija. “Tengo miedo de que le quiten la vida”, expresó. El caso pone nuevamente en agenda la urgencia de reforzar la lucha contra la trata de personas y los protocolos de respuesta ante la desaparición de menores.