Papa León XIV dejó una huella imborrable en Chiclayanos: Estas fueron las obras que hizo

Tras la elección del cardenal Robert Prevost como nuevo líder de la Iglesia Católica bajo el nombre de León XIV, miles de fieles en el Perú, especialmente en Chiclayo, celebraron la noticia con orgullo y emoción. El nuevo sumo pontífice no solo vivió durante años en esta ciudad del norte peruano, sino que también marcó la vida de muchos fieles por su humildad, entrega y cercanía con el pueblo.

Desde 1988, cuando llegó como formador de aspirantes agustinos, hasta su nombramiento como obispo en 2015, el ahora Papa León XIV construyó una profunda relación pastoral con la comunidad chiclayana, dejando huella no solo en la iglesia, sino también en momentos de crisis.

Uno de los testimonios más recordados es el de Jorge Centurión, quien destaca el papel del entonces obispo durante la pandemia del COVID-19. Según relata, fue él quien impulsó gestiones claves para la instalación de plantas de oxígeno en la región, lo que terminó salvando muchas vidas.

Jesús León, secretaria de organización de la Hermandad del Puerto Eten, recuerda su colaboración activa en las celebraciones del Divino Niño del Milagro. Bajo su guía, se recolectaron más de 20 mil testimonios de fe, que luego fueron entregados personalmente al papa Francisco en el Vaticano en 2019.

CERCANÍA CON LA GENTE

Monseñor Ricardo García, actual obispo de la Prelatura de Cañete, Yauyos y Huarochirí, también trabajó con él en el norte del país y recuerda su conexión directa con la gente. “Tengo el recuerdo que era una persona asequible, muy sencilla en su trato, un buen pastor”, indicó.

Esa sencillez con las personas fue parte de su personalidad. Según los fieles, era un cardenal al que se le podía encontrar en la calle, siempre dispuesto a saludar y compartir un momento con cualquiera. Su servicio pastoral culminó en Chiclayo en 2023, cuando el papa Francisco lo nombró prefecto del Dicasterio para los Obispos.