El vehículo que fue incendiado por un grupo de colectiveros informales para evitar que sea trasladado al depósito de la ATU finalmente terminará como chatarra. La minivan, que registraba una deuda acumulada de S/ 1 millón 300 mil en multas y papeletas, fue llevada desde la Depincri de San Borja hasta el depósito de la ATU en la misma grúa que también fue atacada durante el violento incidente.
Según el reporte de la ATU y el SAT de Lima, la unidad perteneciente a Harry Ventura Ñuflo había sido intervenida en múltiples oportunidades, pero aun así continuaba circulando con total normalidad, poniendo en riesgo a cientos de pasajeros. “Se imponía el acta de fiscalización, pero no se ejecutaba el internamiento preventivo. Nosotros ahora imponemos el acta y de inmediato trasladamos el vehículo al depósito”, explicó Pavel Flores, vocero de la ATU.
La gran interrogante es cómo el conductor logró evadir durante años la autoridad y llegar al punto de incendiar su propia unidad durante un operativo. Al respecto, la ATU señaló que gestiones anteriores no aplicaban una política firme de principio de autoridad. “Aparentemente, las autoridades anteriores no tenían una política que involucre el internamiento. Hay que recordar que la ATU no tiene un fin recaudador”, añadió Flores, resaltando que las multas van al erario público y no al presupuesto de la entidad.
PROCESO DE CHATARRA
Con el peritaje concluido, la minivan será sometida al proceso de chatarreo. En tanto, el dueño del vehículo ha sido citado para rendir su manifestación. La Policía continúa identificando a quienes participaron en las violentas agresiones contra los fiscalizadores y el equipo operativo de la ATU.