El condenable hecho se suscitó en el distrito de San Juan de Lurigancho y fue llevado a cabo por un solo hampón quien en segundos logró apoderarse de las pertenencias, entre ellas teléfonos celulares de al menos tres personas.
MUDOS TESTIGOS
A pesar de que en la zona abundan las casas con cámaras de seguridad, estas no cumplieron con su objetivo de disuadir a los delincuentes quienes cada día ganan terreno, en especial en esta zona de la capital.
“San Juan de Lurigancho es un distrito bonito, pero toda la delincuencia hace lo que quiere, esta es una zona desolada. Aquí debe entrar un presidente bueno para que se deshaga de la delincuencia. Uno ya no puede vivir feliz en este distrito, en esta cuadra roban casi todos los días, aquí no existe la presencia policial, ni el alcalde”, manifestó un indignado vecino.