Luego de permanecer 40 días con un corazón artificial a la espera de que uno donado fuera el adecuado, José Francisco Iturrizaga Ramirez, de 62 años, fue dado de alta y hoy se siente como si hubiera vuelto a nacer.
Felizmente, José Iturrizaga recibió la asistencia de un corazón artificial, pues sin ello podría haber perdido la vida. Walter Alarco, Jefe de la Unidad de Insuficiencia Cardiaca, explicó que anteriormente había más riesgo que los pacientes fallecieran en la lista de espera “hoy en día, conectándolos a esta máquina, tenemos mayor probabilidad que los pacientes puedan aguantar hasta que se dé el transplante”, aseguró.
José Francisco fue diagnosticado hace mucho con cardiomiopatia dilatada isquémica, la cual fue avanzando y en noviembre del 2018 los médicos tomaron la decisión de conectarlo a un corazón artificial por la gravedad de su condición.
El equipo se llama Centrimag y le permitió a Iturrizaga mantenerse con vida el tiempo necesario mientras esperaba el corazón que le daría una nueva esperanza. Aunque ya el José Francisco está de vuelta en casa, su tratamiento aún no ha terminado y llevará a cabo una terapia física en el hospital para lograr llevar una vida normal.