El diario alemán Bild publicó este último domingo las últimas palabras del piloto Patrick Sondenheimer, registradas en la caja negra del avión con destino a Düsseldorf que se estrelló en los Alpes franceses.
Minutos antes de que el Airbus se estrellara, el comandante del vuelo gritaba “Por el amor de Dios, abre la puerta”, mientras intentaba entrar a la cabina. La puerta fue presuntamente bloqueada por el copiloto Andreas Lubitz, señalado como el causante de la tragedia.
La caja negra habría registrado éste y otros sonidos, como los gritos de los pasajeros y el fuerte ruido de la explosión. También habría quedado registrado el ruido del hacha que manipulaba el desesperado piloto en su intento por ingresar.
“¡Abre la maldita puerta!”, fueron las estremecedoras palabras que se escuchaban una y otra vez, antes del fatal desenlace en el que perdieron la vida 150 personas. Según el medio, a las 10:27 horas el piloto solicitó a Lubitz preparar el protocolo del aterrizaje en Düsseldorf.
“Espero”. “Ya veremos”, respondió el copiloto. Tras unos minutos, Sondenheimer sale para ir al baño y más tarde se registra la terrible explosión.
Los informes aseguran incluso que se podía escuchar con toda normalidad la respiración de Lubitz mientras el avión se acerca a los Alpes franceses, tras apretar el botón de descenso.