El universo nos regala imágenes espectaculares que se quedan grabadas en nuestra retina. La última es la que fotografió la NASA: una inmensa erupción solar.
En ocasiones se pueden producir varias en un solo día, pero no deja de ser una bella instantánea. Sin embargo, la cantidad de protones que se liberan en las erupciones solares puede causar graves daños. También interferir en las comunicaciones por onda corta.