Al parecer la empresa ferroviaria Deutsche Bahn se habría cansado de pagar 7.6 millones de euros anuales para limpiar los grafitis que pintan algunos "artistas" en sus trenes y demás acompañamientos del ferrocarril alemán. Es por ello, que anunciaron que pondrán a prueba vehículos no tripulados para contrarrestar a los vándalos.
La compañía indicó que pondrá en marcha un plan de vigilancia con un grupo de robots con capacidad de visión infrarroja a un coste de 60.000 euros por unidad. De esta manera, se busca identificar a los delincuentes para luego poner las imágenes en manos de un juez que tome las medidas que considere oportunas.
Los aviones podrán volar a 150 metros de altura y desplazarse a una velocidad máxima de 54 km/h con una autonomía de vuelo de aproximadamente 80 minutos o un radio de 40 km. Para evitar críticas por invasión de la privacidad, los aparatos volarán exclusivamente en zonas de vigilancia delimitadas, pilotadas de forma remota desde un centro de control.
Sin embargo, en respuesta a este plan, las autoridades de tráfico aéreo dijeron que no podrían permitir el paso de aviones no tripulados militares argumentando que los drones no son capaces de evitar colisiones con aviones civiles.
Además, el hecho de que existan más cámaras que controlan las calles, podría ir en contra de las normas antivigilancia que existen en ese país.
Cabe recordar que se abrió un problema cuando en 2012, Google envió sus cámaras por todo el país para elaborar su mapa callejero de 20 ciudades. La oposición del país fue tal que obligaron a Google a brindarles la opción de no permitir que sus hogares aparezcan en línea. terminando con 200.000 hogares que pidieron que se les aplicara la medida.