Pacientes con problemas de rodilla no traumáticos desarrollan males crónicos
Casi la mitad de los pacientes que consultan a médicos generalistas por dolor de rodilla de origen no traumático desarrollará problemas crónicos.
Casi la mitad de los pacientes que consultan a médicos generalistas por dolor de rodilla de origen no traumático desarrollará problemas crónicos.
Casi la mitad de los pacientes que consultan a médicos generalistas por dolor de rodilla de origen no traumático desarrollará problemas crónicos.
Un equipo de Holanda identificó 10 factores que pudieron predecir qué pacientes terminarían con molestias en la rodilla o una cirugía de reemplazo de esa articulación seis años después.
Pero ninguno de esos factores de riesgo fue modificable, según el autor principal del estudio, doctor Marlous Kastelein, del centro médico de la Universidad de Erasmo.
"Esto se podría utilizar sólo para seleccionar a los pacientes de alto riesgo", agregó. Y para determinar si el tratamiento temprano, como la terapia física, dará algún resultado.
Los 10 factores pronósticos independientes de mala evolución fueron: nivel educativo bajo/medio; comorbilidades esqueléticas; problemas de rodilla durante más de tres meses; molestias en ambas rodillas; temperatura en la rodilla; antecedentes de problemas de rodilla de origen no traumático; alineación valgus; dolor de rodilla en flexión o extensión pasiva, y alargamiento óseo de la articulación de la rodilla.
Las quejas por molestias en las rodillas son extremadamente comunes, pero poco se sabe sobre su evolución y pronóstico en la práctica general, indica el equipo de Kastelein en la revista Arthritis Care & Research.
Al inicio del estudio, el equipo se había propuesto controlar a 549 pacientes durante un año desde la consulta a un médico generalista por un problema de rodilla. Durante el estudio, y porque los problemas de rodilla tendían a continuar, el equipo extendió el seguimiento a seis años.
Los participantes tenían más de 35 años. A esa edad, la osteoartritis es el diagnóstico más común, mientras que en los más jóvenes, el dolor patelofemoral es más frecuente.
El 62,7 por ciento de los pacientes (344) tenía osteoartritis al inicio del estudio. Casi el 29 por ciento había tenido problemas de rodilla durante por lo menos tres meses; el 32 por ciento tenía problemas bilaterales y el 43 por ciento, molestias recurrentes.
Con datos de seis años de seguimiento de 340 pacientes, los autores no hallaron una diferencia significativa entre los participantes y los que no participaron de los controles.
Los tres primeros meses fueron el período de mayor mejoría, según la escalas de gravedad del dolor de rodilla, la escala de Lysholm y el índice de WOMAC. El nivel, o falta, de mejoría predijo significativamente qué pacientes tendrían una mala evolución.
Eso, a los seis años, ocurrió en el 42 por ciento de los pacientes; 131 siguieron con molestias en la rodilla y a 17 se le había realizado una cirugía de reemplazo de rodilla.
Los pacientes que al inicio del estudio habían reunido los criterios diagnósticos de la osteoartritis del Colegio Estadounidense de Reumatología (ACR) no fueron más propensos que el resto a tener una mala evolución.
Por otro lado, al año, la osteoartritis, según la definición de ACR, elevó 2,65 veces el riesgo de tener una mala evolución a los seis años. Además, los pacientes con molestias constantes al año eran 5,31 veces más propensos a tener una evolución desfavorable.
"Primero, los resultados deberían validarse en una investigación similar en servicios de atención primaria", opinó Kastelein.
No obstante, el experto agregó: "Según 10 factores pronósticos de la historia clínica y el examen físico, el médico generalista puede (...) predecir (razonablemente bien) qué pacientes tienen a seis años alto riesgo de tener un resultado clínico desfavorable