Los vientos Paracas, conocidos por levantar grandes volúmenes de polvo y arena en la costa de Ica, representan un riesgo significativo para la salud, según advierten expertos del Ministerio de Salud (Minsa). La exposición prolongada a este fenómeno natural puede afectar seriamente los ojos, el sistema respiratorio, la piel y las vías digestivas si se inhala o ingiere tierra accidentalmente.
Recomiendan protección ocular, respiratoria y de la piel para evitar complicaciones
La oftalmóloga Claudia Echevarría, del Instituto Nacional de Oftalmología, indicó que la arena transportada por el viento puede causar irritaciones, infecciones oculares e incluso lesiones si se frotan los ojos tras la exposición. En estos casos, recomendó aplicar lágrimas artificiales para aliviar la sequedad, y acudir al oftalmólogo si los síntomas persisten. Para evitar estas molestias, se sugiere el uso de lentes protectores, gorras o viseras.
Por su parte, el médico del SAMU, José María Lozano, explicó que, en caso de ingestión accidental de polvo o arena, lo más adecuado es evaluar si hay obstrucción de las vías respiratorias. Si la persona está consciente y tosiendo, debe estimularse la tos. En caso de atragantamiento grave, es necesario aplicar la maniobra de Heimlich. Respecto al cuidado de la piel, los vientos pueden causar lesiones por fricción similares a raspaduras, que deben lavarse con agua corriente y ser evaluadas si son profundas.
Para minimizar los riesgos durante estas tormentas de arena, el Minsa sugiere evitar salir de casa si no es necesario, mantener cerradas puertas y ventanas, cubrir nariz y boca con mascarillas o bufandas, y usar ropa de manga larga. Estas medidas simples pueden prevenir complicaciones de salud durante los días en que estos vientos intensos azotan la región.