Semáforo Oncológico: ambientes inadecuados en hospitales retrasan instalación de nuevos equipos contra el cáncer
Algunos hospitales de Ayacucho, Cusco, Áncash, Loreto y Madre de Dios no cumplen con habilitar espacios para tomógrafos y mamógrafos.
Algunos hospitales de Ayacucho, Cusco, Áncash, Loreto y Madre de Dios no cumplen con habilitar espacios para tomógrafos y mamógrafos.
Basada en información del Minsa, el Semáforo Oncológico alertó que diversos hospitales de Lima y de otras regiones no cumplieron con adecuar los ambientes para la instalación de tomógrafos y mamógrafos, a pesar de tener conocimiento de la adquisición de estos equipos desde inicios de año, según lo revela la documentación obtenida por el colectivo de pacientes.
En el caso de siete tomógrafos de 128 cortes comprados para mejorar el diagnóstico de diferentes tipos de cáncer, hasta finales de setiembre, hospitales como el Sergio Bernales, Villa El Salvador y San Juan de Lurigancho en Lima; y Tupac Amaru (Cusco), Eleazar Guzmán Barrón (Áncash) y Amazónico de Yarinacocha (Ucayali) no habían cumplido con entregar los espacios a la empresa encargada de la instalación.
La situación se repite con mamógrafos digitales 2D para la detección temprana del cáncer de mama destinados a 29 establecimientos de salud (cinco de Lima y 24 de regiones). De acuerdo a un informe del Minsa, hasta el 27 de setiembre, seis nosocomios ni siquiera habían iniciado el proceso de adecuación para la preinstalación.
El documento señala al Hospital de Apoyo San Francisco (Ayacucho), Hospital Quillabamba y Tupac Amaru (Cusco), Santa Gema (Loreto), Hospital Regional Santa Rosa de Puerto Maldonado (Madre de Dios) y el Centro de Salud Magdalena de la Diris Lima Centro como retrasados en los plazos de adecuación lo que pone en riesgo la puesta en funcionamiento de los equipos.
Otros centros no cuentan con punto de agua o desagüe en los ambientes designados o tienen sistemas contra incendios en malas condiciones, por lo que no se puede continuar con la preinstalación.
“Creemos que la descentralización es importante, pero esta debe estar acompañada de fiscalización. Las Direcciones Regionales de Salud y los Gobiernos Regionales deben tomar cartas en el asunto. Nos hemos reunido a lo largo del año con algunos de ellos y sabemos que tienen las mejores intenciones, pero pensamos que deben evaluar si cuentan con el personal capacitado para sacar adelante procesos que involucran fuertes sumas de dinero y bastantes vidas humanas. Si no cumplen se debe considerar no solo una sanción administrativa, sino también acciones de carácter penal, ya que se trata de la vida de pacientes”, señaló Susana Wong, vocera del Semáforo Oncológico y directora de Lazo Rosado Perú.
Cabe mencionar que según datos del portal de consulta amigable del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) este año se tienen previsto invertir S/ 111 millones para la compra de este tipo de implementos médicos, pero hasta el momento solo se han utilizado S/ 5 millones (4.8%).
PIDEN MAYOR PARTICIPACIÓN CIVIL EN GRUPO QUE MODIFICARÁ REGLAMENTO DE LA LEY DE CÁNCER
Al Semáforo Oncológico también le preocupa que luego de la promulgación por insistencia de la ley N.º 31870 el 12 de setiembre pasado que modificó la Ley Nacional del Cáncer, quedó pendiente cambiar el reglamento original de la norma, para lo cual se establecieron 30 días, plazo que se cumplió a mediados de octubre.
Para esto, el Minsa emitió el 26 de octubre una resolución que ordenó la conformación del grupo de trabajo encargado de presentar la propuesta de modificación del reglamento. “Lamentablemente no se consideró a representantes de la sociedad civil, quienes deberíamos estar presentes porque somos los pacientes quienes seremos afectados por las decisiones que tome ese equipo. Nos han indicado la posibilidad de ser veedores, pero como representantes de pacientes creo que merecemos tener voz y voto”, comentó Indyra Oropeza, vocera del Semáforo Oncológico y presidenta de Con L de Leucemia.
Para el Semáforo Oncológico, la participación de asociaciones civiles ayudaría a evitar que estos cambios demoren ocho meses, como sucedió con el primer reglamento y como sigue pasando con las disposiciones del mencionado documento, que todavía no son implementadas dos años y medio después de promulgada la norma.