Ya sea por que el mundo en que vivimos exige cada vez más de nosotros, por algún desorden o incluso por alguna condición al nacer. Sea cual sea la razón, los casos de suicidio parecen ser una constante cada vez más presente en el mundo moderno.
El suicidio se ha convertido en un problema mucho más real de lo que imaginamos. La OMS estima que, mientras en el mundo cada 40 segundos una persona muere asesinada, el suicidio cobra vidas cada 30 segundos. Cada 3 segundos alguien intenta suicidarse.
Si bien nadie está libre, cobra especial importancia tratar el tema entre los más jóvenes por ser una población vulnerable que, en pleno desarrollo de su criterio y personalidad, puede ser influenciada por una verdadera ‘cultura del suicidio’ que existe y se refleja en nuestra sociedad.
De acuerdo con especialistas, la prevención se puede tratar desde dos perspectivas. En la primera, se busca evitar que la persona conciba una idea suicida (este es el primer factor de riesgo). En la otra, se trata a una persona que ya está contemplando la idea del suicidio en forma constante.
¿Pero cuáles son los síntomas que deben alertarnos de que una persona corre peligro? Presta mucha atención a estas señales y fíjate si las observas en alguien cerca a ti.
1. Si hay un intento previo de suicidio.
2. Si existe un evento que pueda ser desencadenante o precipitante para el suicidio.
3. Si hay amenazas sobre querer hacerse daño o matarse.
4. Si hay búsqueda de mecanismos para hacerse daño.
5. Si hay una conducta imprudentemente temeraria.
6. Si hay conversaciones reiterativas sobre la muerte, cuando no se está hablando al respecto.
7. Si hay sentimientos de desesperanza, con una visión donde no hay futuro o al menos éste es muy negro.
8. Si hay sentimientos de desesperación, al considerar que ya no se puede soportar o tolerar más una situación o estado vital.
9. Si hay sentimientos de desamparo considerando que se está solo(a), que no se es importante para nadie, que se es un estorbo y que las cosas estarían mejores sin uno(a).
10. Si hay sentimientos intensos y abrumadores de culpa, vergüenza y odio hacia uno mismo.
11. Si hay ira o furia desmedidas.
12. Si hay aumento o abuso en el consumo de alcohol u otro tipo de sustancias psicoactivas.
13. Si hay retraimiento social.
14. Si hay falta de energía (anergia).
15. Si hay anhedonia o incapacidad para experimentar placer con actividades habituales.
16. Si hay alteraciones en los patrones de sueño o alimentación.
17. Si hay entrega de pertenencias a seres queridos.
18. Si hay descuido en la apariencia personal.
19. Si hay dificultades en la concentración y consecuentemente, pérdida de la memoria: desatención.
20. Si hay disminución en el rendimiento académico y/o laboral.
Si reconoces estos síntomas en alguien o incluso en ti mismo, no dudes en buscar ayuda profesional. Puedes comunicarte con el Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado – Hideyo Noguchi, al número 614 9200. No temas contar qué está pasando ni preguntar qué puedes hacer.
Recuerda que el suicidio no es una solución a los problemas, y que sobreponerse a ellos y seguir adelante es la clave de la felicidad.