Científicos británicos descubren terribles efectos de los ambientadores y velas aromáticas
Los expertos aseguran que se trata de “asesinos silenciosos” cuyos efectos producen o agravan diferentes enfermedades.
Los expertos aseguran que se trata de “asesinos silenciosos” cuyos efectos producen o agravan diferentes enfermedades.
Durante los últimos años, el uso de ambientadores para el hogar se hizo masivo y hoy casi no hay quien no use estos productos que proporcionan un aroma agradable a los diferentes ambientes de la casa. Sin embargo, un reciente estudio afirma que pueden ser perjudiciales para la salud, por lo que su uso representa varios riesgos.
La investigación realizada en conjunto por el Colegio Real de Médicos y el Colegio Real de Pediatría y Salud Infantil de Reino Unido sostiene que la contaminación del aire exterior e interior del hogar estaría relacionada con la muerte de al menos 40.000 personas al año solo en dicho país. Los expertos aseguran que los aerosoles y velas aromáticas contribuyen a la mala calidad del aire interior.
"Los efectos adversos de la contaminación atmosférica se manifiestan en el desarrollo del feto, incluyendo cáncer de pulmón y el desarrollo del riñón. También en el aborto involuntario, aumentos en los ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares para los que están en la edad adulta. Además de vínculos con el asma, la diabetes, la demencia, la obesidad y el cáncer para la población en general”, asegura el profesor Stephen Holgate en declaraciones para el portal Daily Mail.
De igual manera, los insecticidas domésticos suelen utilizar sustancias químicas conocidas como compuestos orgánicos volátiles (COV) que comienzan como sólidos o líquidos pero fácilmente se evaporan en el aire. El componente químico más destacado de estos productos es el limoneno, el cual se utiliza para dar un olor cítrico. Los especialistas aseguran que es muy peligroso y puede causar cáncer en algunos casos.
“Ahora sabemos que la contaminación del aire tiene un impacto sustancial en muchas enfermedades crónicas a largo plazo, el aumento de los accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos en personas susceptibles”, agrega Holgate en el citado medio.