La designación del coronel EP (r) Eduardo Arbulú Gonzáles como jefe de la Dirección General de Inteligencia del Ministerio del Interior (Digimin), ha generado gran polémica.
Se conoció que en setiembre de 1996, el fiscal Lidio Marticorena, que investigaba al narcotraficante Demetrio Chávez Peñaherrera ‘Vaticano’, pidió que se abriera investigación contra una serie de oficiales –entre los que se encontraba Arbulú– porque habrían tenido vínculos con el capo de la droga.
Según información periodística, a inicios de los años 90, Arbulú Gonzáles trabajó directamente para el general EP Jaime Ríos Araico, jefe del Frente Huallaga, quien fue sentenciado a 8 años de cárcel.
El fiscal Marticorena Gaspar creía que el ahora director de inteligencia, al igual que Ríos Araico, también sabía de la existencia del cártel que controlaba ‘Vaticano’ y habría guardado cómplice silencio.
Trascendió que varios militares no fueron investigados como pidió el fiscal, porque el Ministerio de Defensa se negó a entregar los informes de inspectoría en los que se detallaban los vínculos que los mandos del Frente Huallaga habrían tenido con el narcotráfico.
Pese a esta denuncia, el ministro del Interior, Óscar Valdés, aseguró que Eduardo Arbulú Gonzáles reúne las condiciones para el cargo.
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