Jaime Quito sobre viaje de presidenta Dina Boluarte a Ecuador: “No quiere estar en Palacio”
Para el congresista, la presidenta de la República quiere evadir los graves problemas del país al calificar el viaje como innecesario y costoso.
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Política
Mientras el Perú atraviesa una aguda crisis por el avance del sicariato y la extorsión, la presidenta Dina Boluarte ha solicitado autorización al Congreso para ausentarse del territorio nacional el próximo 24 de mayo. El motivo: asistir a la ceremonia de posesión presidencial de Daniel Noboa en Ecuador. El documento oficial indica que el viaje responde a compromisos de política exterior y fortalecimiento de las relaciones bilaterales con el país vecino.
Desde el Ejecutivo, se ha defendido la importancia del viaje. La ministra de Comercio Exterior, Elizabeth León, justificó la salida afirmando que “no se trata solo de una toma de mando, sino de un espacio clave para mantener y fortalecer las relaciones diplomáticas y comerciales entre ambos países”. En esa línea, también el canciller Elmer Schialer remarcó que la presencia de Boluarte es “central”, al tratarse de la investidura de un aliado regional y reiteró que si hay responsabilidades políticas que señalar, deben recaer en él.
Sin embargo, en el Congreso de la República el tema ha generado posturas divididas. El presidente del Parlamento, Eduardo Salhuana, respaldó la solicitud al considerar que la asistencia a la toma de mando es estratégica para los intereses del Perú, recordando la historia de reconciliación entre ambos países. En contraste, desde bancadas como Perú Libre, el congresista Américo Gonza cuestionó la prioridad del Ejecutivo: “Hay crisis, hay que atender primero la casa”, señaló.
“NO QUIERE ESTAR EN PALACIO”
Uno de los más críticos fue el congresista Jaime Quito, quien aseguró que la presidenta “no quiere estar en Palacio de Gobierno” y que su viaje es una forma de evadir los graves problemas nacionales. “No nos deja absolutamente nada este tipo de ‘prediplomacia’”, afirmó, calificando el desplazamiento como innecesario y costoso. Aún no se define si el Congreso aprobará la salida de la mandataria, en medio de crecientes cuestionamientos sobre su permanencia fuera del país.
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