Hoy en una conferencia de prensa que se desarrolló en el coliseo Wanka, en la región Junín el ministro del Ambiente, Modesto Montoya, anunció que la compañía española Repsol entregará S/ 3,000 más por concepto de indemnización económica a los afectados por el derrame de petróleo en el mar de Ventanilla.
El titular de la cartera comunicó que el embajador de España, Alejandro Alvargonzález, envió una carta para formalizar el incremento del anticipo de indemnización económica a los afectados por el derrame de crudo, el cual se expandió a otros distritos del litoral como Ancón, Santa Rosa, Aucallama y Chancay.
"Ayer nos ha enviado una carta diciendo que después de haber pagado S/3,000 a los empadronados en un número de 5,500, van a pagar S/ 3,000 más. En total van a ser S/ 6,000, esto es un adelanto de lo que obviamente después se va calcular por los daños", apuntó Montoya.
Ministro pide a Repsol que no mienta
Montoya mencionó también que, durante una visita del embajador de España, le exhortó su preocupación por los comunicados que estaban lanzado Repsol con respecto al avance en los trabajos de limpieza y este le pidió que sean más sinceros en difundir este tipo de informaciones.
Según el ministro, la empresa española decía que Indicó que “prácticamente se había concluido las labores de limpieza” además de que el Minam ya había comprobado esta limpieza de las playas y de ecosistema marino del mar de Ventanilla cosa que esto jamás había pasado
"Así le hice saber, que la empresa tendría que ser más sincera y sobre todo preocuparse de indemnizar a la gente afectada, los pescadores y las personas de alrededores", expresó.
El desastre ecológico
Como se recuerda el pasado 15 de enero, hubo una fuga de crudo en la refinería La Pampilla, que está a cargo de la empresa Repsol, por oleajes anómalos debido a una erupción volcánica que te registro en el pacífico en la Isla de Tonga.
Lamentablemente las especies marinas y los lugareños fueron los más perjudicados ya que se perdieron miles de peces y aves marinas, además a los pobladores de esa área tuvieron que detener sus actividades económicas como la pesca y las confecciones de algunos adornos por la contaminación del mar.