La Segunda Sala Anticorrupción adoptó esta decisión, al establecer que no se ha podido acreditar que la hija de Venero Garrido haya utilizado el nombre de una tercera persona para falsificar la escritura pública de un inmueble que pertenece a su familia, ubicado en calle los Tallanes, en Surco, con el fin de ocultarlo y evitar así que éste pueda ser embargado por la justicia peruana.
De esta manera, el tribunal superior presidido por Roberto Barandarián ratifica la decisión de dicha sala que en primera instancia archivo el proceso al establecer que no se acreditó la responsabilidad penal de la inculpada en los cargos que se le imputaban.