Hace mes y medio, aquí, en Panorama, denunciamos el vínculo entre el congresista Víctor Grandez con un negocio familiar dedicado por años, según todo indica, a la presunta explotación sexual de menores. Desde entonces Grandez ha optado por una práctica harto conocida, desacreditar a como dé lugar a los denunciantes, contando para ello con incondicionales aliados. Así, de pronto varios de los personajes que intervinieron en el reportaje sorprendentemente cambiaron de versión y además voltean el dedo acusador hacia el equipo de Carla Muschi, derramando infundios sin el menor asomo de prueba alguna. En contraparte, Carla Muschi y Juan Carlos Vera tienen en su haber no solo haber entregado los másters de todas las grabaciones hechas en Iquitos, sino también otras filmaciones y mensajes de texto que desenmascaran esta patraña.