Un reportaje de Panorama reveló que Beatriz Benique Quispe, una ama de casa que subsiste con la venta de desayunos en Villa El Salvador, figura en registros oficiales como accionista del 50% de la empresa Consultoría y Construcción Grupo Pérgola SAC, compañía que obtuvo contratos con diversas entidades públicas por más de S/ 2,500 millones. Entre las adjudicaciones destacan convenios con los gobiernos regionales de La Libertad, Ayacucho y Huánuco, así como con el Ministerio de Salud, el Ministerio de Transportes y la Sunat.
La ciudadana, consultada por el dominical, aseguró desconocer por completo la existencia de la empresa y negó tener relación alguna con el rubro de la construcción. “No sé de qué me están hablando. Yo solo me dedico a mi casa”, señaló. En tanto, la constructora, a través de un comunicado, rechazó que Benique sea accionista de la compañía y sostuvo que no fue requerida para realizar descargos ante la investigación periodística.
El caso ha despertado cuestionamientos de especialistas en contrataciones con el Estado, quienes advierten presuntas irregularidades en la conformación societaria de la constructora. Cecilia Ruiz, experta en el tema, sostuvo que una situación de este tipo no puede atribuirse a un simple “olvido” administrativo y que corresponde revisar el Registro Nacional de Proveedores. “Cuando se trata de contratos públicos no puedes alegar desconocimiento de la ley”, afirmó.
CASO QUE DEBE INVESTIGARSE
Por su parte, el analista político Eduardo Herrera advirtió que este caso podría evidenciar un esquema de tráfico de identidades y fallas en los mecanismos de control notarial y registral. “¿Quién firmó realmente como accionista? ¿Cómo no se verificó la identidad?rdquo;, cuestionó. Las dudas sobre la real propiedad de Grupo Pérgola SAC colocan bajo sospecha la transparencia de las contrataciones públicas y la efectividad de los sistemas de supervisión en el país.