Nuevamente los espacios públicos y de recreación están en la mira. En los últimos años, parques, playas, estadios y hasta avenidas han dejado de ser un bien común para ser concesionados a empresas privadas y comerciantes.
En Lima, cada habitante cuenta con sólo tres metros cuadrados de áreas verdes, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que debería existir como mínimo entre 10 a 15 metros cuadrados de espacio público por persona.
Como parte de nuestros derechos se debe exigir áreas de esparcimiento y áreas verdes en lugar de bloques de cemento, espacios para plasmar expresiones culturales nuestras.