En Lambayeque, la falta de agua está afectando gravemente la producción de cultivos esenciales como el banano y el limón. El alcalde de Olmos, Daniel Rivera, advirtió que las pérdidas en las cosechas ya alcanzan el 50%, lo que ha llevado a los agricultores y empresas agroexportadoras al borde de la desesperación.
CRISIS HÍDRICA AFECTA CULTIVOS
La crisis tiene su origen en la acumulación de sólidos en la presa Limón, lo que ha reducido el suministro de agua al Valle Viejo de Olmos. De las 5,500 hectáreas que conforman este valle, solo 2,000 siguen en producción, afectando principalmente los cultivos de banano y limón, productos fundamentales para la economía de la zona. Según Rivera, la falta de un plan de contingencia ha agravado la situación, poniendo en riesgo la inversión millonaria en estos cultivos.
“El banano requiere mucha agua y, al no contar con un plan que asegure el suministro, los agricultores están enfrentando pérdidas significativas”, afirmó el alcalde en entrevista con Exitosa.
PÉRDIDA LABORAL Y CAÍDA DE PRODUCCIÓN EN LIMÓN
La crisis no solo afecta a los pequeños agricultores, sino también a las grandes empresas agroexportadoras. En el caso del limón, producto emblemático de Olmos, se estima que la producción tendrá una caída de un 40%. En condiciones normales, la región produce entre 100 y 150 toneladas semanales de limón, pero la escasez de agua reduciría drásticamente estas cifras, amenazando con una posible crisis de oferta en los mercados.
El alcalde ha solicitado al Ejecutivo la implementación de la segunda fase del proyecto Olmos, que incluye elevar la presa Limón para garantizar una mayor captación de agua. Asimismo, pidió la urgente tecnificación de los sistemas de riego, un proyecto que ha estado estancado por años y que es crucial para mitigar esta crisis.
INCERTIDUMBRE PARA EL FUTURO DE LOS AGRICULTORES
Mientras el Gobierno Regional y las autoridades locales evalúan soluciones, los agricultores enfrentan la posibilidad de que la escasez de agua comprometa no solo sus cultivos actuales, sino también sus futuras siembras. Esto no solo impactará en la economía local, sino que podría afectar la seguridad alimentaria en toda la región, dejando a cientos de familias en una situación precaria.