Este martes, Celia Capira perdió a su esposo Adolfo Mamani Tacuri de 57 años, quien batalló contra la COVID-19. La pareja atrevesó toda una pesadilla al buscar atención médica. Tal fue la indignación, que Celia corrió tras de la camioneta en la que se retiraba el presidente Martín Vizcarra, del hospital Honorio Delgado en Arequipa.
“Señor presidente, tiene que ir a ver las carpas”, rogaba la mujer mientras veía alejarse al jefe de Estado. “¿Por qué son así, por qué el presidente no va a ver las carpas?, por favor, solo ve la pantalla, son unos malos”, dijo la mujer con la voz quebrada y los ojos llenos de lágrimas. No era para menos, su cónyuge llevaba 5 días instalado en una carpa esperando una cama de hospitalización.
La mujer contó el domingo 12 de julio, que el padre de sus hijos comenzó a presentar sintomatología propia del coronavirus. Dos días después lo llevó al hospital Honorio Delgado. Debido al colapso del nosocomio, no tuvieron más remedio que esperar la atención medica en una carpa, soportando el frío nocturno.
Capira contó que vio morir a más de 30 personas en los cinco días que demoraron en hospitalizar a su esposo. Recordó haber presenciado la muerte de pacientes que estaban sentados en carros o en las sillas de ruedas. También fue testigo de la desesperación por obtener los balones de oxígeno y el trato que recibían los infectados con el virus.
“Las personas que se están muriendo son las mayores. No les dan prioridad. Ya no les toman interés, solo esperan que se mueran. Mucha gente trae a sus enfermos y los abandonan si tienen COVID-19. Yo no puedo abandonar a mi esposo, porque tengo niños menores en mi casa. Yo lo amo a mi esposo, es mi vida. No puedo dejarlo. Voy a estar ahí, hasta que Dios le dé vida”, decía días atrás.