El último ataque terrorista a uno de los campamentos del Consorcio vial Quinua, provocó el truncamiento de la construcción de la carretera Ayacucho-Vraem. El atentado fue realizado por una de las huestes del camarada "Alipio", quienes quemaron gran parte de la maquinaria de dicha empresa.
Los trabajadores atemorizados por estos hechos presentaron sus renuncias y pidieron el pago de sus beneficios ante la inseguridad que impera en la localidad de Tutumbaro, distrito de Sivia, provincia de Huanta.
Este hecho perjudicará gravemente al comercio en esa zona del país y dejará sin trabajo a decenas de pobladores que esta empresa empleaba.
Durante la incursión, los subversivos afirmaron que si la empresa no les pagaba cupos, ellos secuestrarían a los ingenieros.