El país llegará al cierre del 2025 con una de las brechas más críticas en el sistema de salud: la escasez y la profunda desigualdad en la distribución de especialistas encargados del diagnóstico oncológico. Datos del Observatorio de Recursos Humanos en Salud del Ministerio de Salud revelan que el Perú cuenta actualmente con 495 médicos radiólogos, 898 tecnólogos médicos y solo 154 médicos patólogos, profesionales clave para la detección temprana del cáncer.
La distribución de estos especialistas confirma una centralización extrema en Lima, que concentra el 54.8% del total de radiólogos y tecnólogos médicos y el 46.8% de todos los patólogos del país. Esta acumulación de talento en la capital contrasta dramáticamente con la realidad de varias regiones.
“No podemos hablar de un país sin cáncer si la mitad del Perú no tiene acceso a un especialista”, así lo afirma Gianina Orellana, Presidenta de Por Un Perú Sin Cáncer, quien destaca la urgencia de abordar esta desigualdad estructural: “La centralización es hoy una de las barreras más graves. No podemos hablar de prevención, tratamiento temprano ni calidad de vida si la mitad del país no accede a un oncólogo. Cada retraso en el diagnóstico —de semanas o meses— puede significar que una lesión tratable se convierta en un cáncer avanzado y mortal.”
Cabe destacar que una de las disposiciones complementarias de la Ley Nacional de Cáncer es la creación e implementación Red Oncológica Nacional, la cual es una de las principales medidas para descentralizar la atención. Sin embargo, actualmente se encuentra paralizada a pesar de que, desde su aprobación, hace más de 3 años, no tiene una planificación.
Orellana señala además que esta situación impacta principalmente a pacientes de bajos recursos, quienes deben asumir gastos de traslado, alojamiento y pérdida laboral para recibir atención especializada en Lima.
EL DIAGNÓSTICO TARDÍO Y LA FALTA DE PATÓLOGOS SIGUE SIENDO UNA AMENAZA
El análisis de la situación revela que cuatro regiones del país —Amazonas, Áncash, Huancavelica y Madre de Dios— no cuentan con un solo médico patólogo, quien es el especialista clave para diagnosticar enfermedades oncológicas mediante el estudio de tejidos, fluidos corporales y células.
En otras regiones, el panorama tampoco es alentador: Apurímac, Loreto, Tumbes y Ucayali cuentan apenas con un especialista cada una, una cifra insuficiente para atender a los miles de pacientes que requieren biopsias, citologías y otros estudios esenciales para confirmar o descartar cáncer.