El Gobierno de Japón indicó este miércoles que pretende retirar del servicio activo la central nuclear de Fukushima, dañada por el tsunami del pasado mes de marzo, en unos 30-40 años, al dar a conocer la próxima fase de la operación de limpieza de las instalaciones.
Después de meses de trabajo, Japón dijo la semana pasada que los reactores de Fukushima estaban en parada fría - cuando el agua que los enfría está por debajo del nivel de ebullición - y que la radiación en los alrededores de la central podía mantenerse en niveles bajos.
La extracción del combustible utilizado en las instalaciones comenzará en los próximos dos años, añadieron fuentes oficiales, mientras que los restos de combustible de los reactores dañados comienza en 10 años.
La central de Fukushima Daiichi, situada a unos 240 km al noreste de Tokio, resultó gravemente dañada por el enorme terremoto y posterior tsunami del 11 de marzo, que destrozó sus sistemas de refrigeración, desatando fusiones de los núcleos, filtraciones de radiación y evacuaciones masivas.
Se tiene previsto hacerse con una participación de más del 66 por ciento en la administradora de la central, Tepco, lo que supone una nacionalización de facto, según publicó el miércoles el diario Yomiuri.
Mientras que el ministro de Comercio, Yukio Edano, dijo que el coste total de la operación de limpieza no está claro, pero que Tokyo Electric Power Co debería participar en la carga financiera.
"Es difícil calcular el costo de la limpieza de la central a estas alturas. Por eso la estimación de los costes no se ha incluido en la hoja de ruta a largo plazo", declaró en rueda de prensa.
"A ciertas alturas podríamos hacer un cálculo más claro del coste, pero sería difícil hacer estimaciones de algo de dentro de cuatro décadas en solo uno o dos años", agregó.