Las autoridades subieron esta mañana a siete el número de fallecidos por el incendio en un asilo de la ciudad de Sidney, tras confirmar la muerte de un hombre de 82 años, a causa de graves quemaduras.
De otro lado, unos diez ancianos supervivientes continúan hospitalizados por la inhalación de humo a causa del incendio, ocurrido la madrugada del pasado viernes y del que culpan a un enfermero de 35 años.
La investigación policial todavía trata de esclarecer lo ocurrido y se cree, de momento, que las llamas comenzaron en dos partes distintas del inmueble, aunque hasta ahora se desconoce el origen del siniestro.
El incendio se desató en la madrugada del viernes en la residencia geriátrica de Quakers Hill, uno de los suburbios de Sidney, y los bomberos tardaron varias horas en controlar el fuego.