En Argentina la Iglesia Católica intenta mantenerse al margen de las elecciones presidenciales del domingo próximo, aunque un grupo de religiosos ha denunciado la falta de posición de quienes postulan a la presidencia sobre los proyectos de ley legalizar el aborto, que el Congreso ha dejado para después de los comicios.
"Si bien algún candidato se animó a decir que es partidario del aborto sin límites, por lo general estos temas no se ventilan porque pueden determinar una división en la opinión que perjudique las chances electorales", comentó el arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, que además indicó que "es necesario un sincerarse para que se haga que la democracia verdadera y no se frustre el verdadero sentido de participación y de la representación".
"Es una lástima que estos temas no se ventilen en la campaña porque hay que elegir también legisladores y, ¿cómo sabemos a quiénes tenemos que elegir? ¿Cómo sabemos qué piensan sobre estas cuestiones fundamentales?quot;, expresó el obispo.
Hasta el momento el único que se ha mostrado tajantemente en contra de legalizar la interrupción del embarazo en Argentina es el ex presidente Eduardo Duhalde, quien el último jueves definió el aborto como un “asesinato”.
El socialista Hermes Binner, quien es el segundo en intención de voto, aunque aún lejos de la presidenta, Cristina Fernández, ha dejado entender en sus entrevistas que no está a favor de legalizar esta práctica, ya que, como médico, se ve moralmente obligado a "apoyar la vida", aunque no se ha animado a opinar abiertamente porque otros referentes de su partido están a favor de la legalización.
Mientras que la presidenta Cristina Fernández, quien va a la reelección con gran favoritismo, no se ha pronunciado al respecto desde que se presentaron los proyectos de ley, aunque en el 2010 frenó una resolución que permitía a los médicos interrumpir embarazos producto de violación sin necesidad de intervención judicial, aunque el ministro de Salud, Juan Manzur, aseguró que el actual Gobierno, y él a título personal, se oponen a la despenalización del aborto.
Cabe señalar que las leyes argentinas aceptan el aborto en los supuestos de violación probada, peligro para la vida o incapacidad mental, pero estos casos deben dirimirse en los tribunales.