En la misa por la Asunción de la Virgen Maria el papa Benedicto XVI indicó que las cosas de Dios merecen rapidez, y que son las únicas cosas del mundo que tienen prioridad la vida.
La ceremonia católica se llevó a cabo en la parroquia pontificia de “Santo Tomás de Villanueva” en la localidad donde descansa, Castel Gandolfo, a 30 kilómetros de la ciudad de Roma. En la misa, el Papa expresó sus deseos de éxito de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), el próximo 18de agosto en Madrid.
Durante la homilía, el sumo pontífice analizó el Apocalipsis y el Evangelio de Lucas, que narra la visita a Isabel a la madre de Jesús. Según Benedicto XVI, María es el símbolo de la presencia de Dios en el mundo, y un camino para alcanzar un futuro de alegría.
Luego el Obispo de Roma se refirió al Apocalipsis para explicar que en la lucha entre el bien y el mal, entre la mujer y el dragón, entre Jesús y el maligno, el bien puede vencer.
La fiesta de la Virgen es festejada conjuntamente por los cristianos de Oriente y de Occidente y el dogma de la Asunción fue establecido en 1950 por Pío XI.