El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, manifestó su disposición a sostener un diálogo directo con Nicolás Maduro con el fin de “salvar vidas” y buscar una solución pacífica a la crisis venezolana. Desde el Air Force One, el mandatario señaló que está listo para “hacer las cosas de la manera fácil”, aunque no descartó que su gobierno pueda recurrir a medidas más enérgicas si las circunstancias así lo requieren.
Las declaraciones de Trump se producen en un contexto de fuertes presiones de Washington sobre Caracas, que incluyen recientes designaciones terroristas y un mayor despliegue militar estadounidense en el Caribe. Según el portal Axios, la Casa Blanca estaría planificando una llamada telefónica entre ambos líderes, aunque aún no existe una fecha definida. Un funcionario citado por el medio aclaró que “nadie planea entrar y dispararle o secuestrarlo (a Maduro) en este momento”, aunque añadió que no podía descartarse del todo esa posibilidad en el futuro.
La postura de diálogo de la administración Trump coincide con nuevas medidas adoptadas contra el chavismo, entre ellas la designación del Cartel de los Soles como organización terrorista extranjera, entidad que Washington vincula con altos mandos del gobierno venezolano y que, según afirma, estaría liderada por Maduro. Además, la FAA emitió una advertencia a los vuelos comerciales ante el incremento de actividad militar en la región, lo que ha generado cancelaciones de rutas aéreas por parte de varias aerolíneas internacionales.
SIGUE EN SUS TRECE
En respuesta, Nicolás Maduro afirmó que Venezuela atraviesa una “coyuntura decisiva para su existencia” y llamó a la Fuerza Armada y a la ciudadanía a defender el país frente a lo que considera amenazas directas de Estados Unidos. Durante un acto en el Fuerte Tiuna, el líder chavista pidió “exigirse diez veces más” para resguardar “cada palmo del territorio”, mientras encabezaba una movilización contra lo que calificó como “ataques del imperialismo”.