La llegada del cometa 3I/ATLAS al sistema solar ha reavivado una de las advertencias más inquietantes de Stephen Hawking: el peligro que podría representar el encuentro entre la humanidad y una civilización extraterrestre avanzada. Aunque la NASA confirmó que este cuerpo celeste no representa riesgo alguno para la Tierra, su paso ha generado un renovado interés científico y filosófico sobre lo que podría significar un contacto con otras formas de vida.
VISITANTE DEL ESPACIO PROFUNDO
El 3I/ATLAS es el tercer cometa interestelar detectado en la historia, tras los casos de Oumuamua y Borisov. Fue descubierto en 2025 por el sistema de observación ATLAS en Chile, y su trayectoria hiperbólica confirma que proviene del espacio interestelar, sin vínculo gravitacional con el Sol. Se espera que el 19 de diciembre de 2025 alcance su punto más cercano a nuestro planeta —a unos 270 millones de kilómetros—, ofreciendo una oportunidad única para estudiar su composición y comportamiento.
Los primeros análisis revelan una estructura rica en dióxido de carbono y con una actividad visible en su coma y cola, lo que lo convierte en un objeto de gran interés para comprender la diversidad de materiales que existen fuera del sistema solar.
LA ADVERTENCIA DE HAWKING VUELVE A RESONAR
El cometa ha despertado nuevamente la reflexión sobre las palabras de Stephen Hawking, quien en su serie Into the Universe advirtió que el contacto con extraterrestres podría ser tan devastador como la llegada de Colón a América para los pueblos nativos. Su frase —“si los extraterrestres nos visitan alguna vez, el resultado podría parecerse a la llegada de Colón a América”— cobra relevancia en medio de los avances científicos que permiten detectar objetos provenientes de otras estrellas.
El astrofísico Avi Loeb, de la Universidad de Harvard, también ha mostrado interés en 3I/ATLAS, sugiriendo que podría tener un origen tecnológico. “Nos preocupamos por amenazas como la inteligencia artificial o el cambio climático, pero no hablamos de tecnología alienígena. Deberíamos hacerlo”, señaló.
CÓMO OBSERVAR EL FENÓMENO DESDE LA TIERRA
Aunque el cometa no es visible a simple vista, los especialistas indican que puede ser observado mediante telescopios de al menos seis pulgadas de diámetro o con binoculares astronómicos bajo cielos despejados y libres de contaminación lumínica. Aplicaciones astronómicas permiten rastrear su ubicación exacta en tiempo real, mientras que observatorios profesionales seguirán su trayectoria y evolución antes de que retome su camino hacia el espacio profundo.