En un giro político inesperado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó una contundente advertencia a Israel: perderá todo el apoyo de Washington si decide anexar la Cisjordania ocupada. Sus declaraciones, publicadas por la revista Time, buscan contener las tensiones en Medio Oriente mientras su Gobierno intenta sostener un frágil plan de paz en Gaza.
MENSAJE AL PARLAMENTO ISRAELÍ
Trump aseguró que no permitirá la anexión de Cisjordania, destacando que su administración mantiene compromisos con los países árabes. “No sucederá porque di mi palabra a los países árabes. Israel perdería todo el apoyo de Estados Unidos si eso sucediera”, expresó el mandatario durante la entrevista realizada el 15 de octubre.
Sus comentarios se conocen un día después de que la Knéset, el Parlamento israelí, aprobara de manera preliminar un proyecto de ley para aplicar la “soberanía israelí” sobre Cisjordania, medida que deberá pasar aún por dos votaciones más. El debate ha encendido las alarmas internacionales y amenaza con debilitar los avances del plan de paz impulsado por Washington.
VANCE CALIFICA DE "MUY ESTÚPIDA" LA INICIATIVA ISRAELÍ
El vicepresidente estadounidense, J.D. Vance, reforzó la postura del Gobierno y calificó de “muy estúpida” la aprobación inicial del Parlamento israelí. Durante su visita de tres días a Israel, Vance reiteró que la política de la Casa Blanca se mantiene firme: Israel no anexará la Cisjordania ocupada.
Pese a su crítica, el segundo al mando destacó que se siente “bastante satisfecho” con el alto el fuego en Gaza tras su reunión con el primer ministro Benjamin Netanyahu. El viaje del vicepresidente buscó reimpulsar las negociaciones de paz, luego de que ambas partes se acusaran mutuamente de violar la tregua, en medio de un clima diplomático cada vez más tenso en la región.