Tras dos años de pandemia de coronavirus en los que el uso generalizado de mascarillas protegió a los más jóvenes de la exposición a virus respiratorios, ahora varios países europeos enfrentan un fuerte resurgimiento de la bronquiolitis, infección de pecho que afecta sobre todo a la primera infancia.
La situación en 2022 es especialmente mala entre recién nacidos y niños expuestos por primera vez al virus sincitial respiratorio (RSV) que comúnmente causa esta enfermedad que está golpeando duramente a Alemania.
El equipo de pediatría del hospital St. Joseph de Berlín hace lo que puede con una plantilla más reducida que nunca."Estamos con el agua al cuello", confiesa Beatrix Smchmidt, jefa del departamento de pediatría y neonatología del hospital, a la AFP.
"Una cantidad increíble de niños enfermos, trabajadores infectados y a la vez, una escasez crónica de personal" son la tormenta perfecta en la que ahogarse, explica.
HOSPITALES COLAPSADOS
El Saint Joseph, ubicado en el barrio de Tempelhof, cerca del centro de Berlín, normalmente tiene 80 camas para niños enfermos, pero debido a la escasez de sanitarios, actualmente solo pueden utilizarse 51. En la unidad de cuidado intensivos, las 18 disponibles se encuentran ocupadas.
Muchos pequeños enfermos han tenido que ser transportados en helicóptero a otras regiones, como el estado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental (noreste) y Baja Sajonia.
Cabe señalar que según datos del instituto de Salud Robert Koch, 9,5 millones de personas en Alemania sufrían algún tipo de enfermedad respiratoria la semana pasada, en todos los grupos de edad, en un país de 84 millones de habitantes.
La cifra se sitúa bastante por encima del mismo período en 2021 y se encuentra más alto que el pico de la epidemia de gripe de 2017-2018. Schmidt considera que muchos problemas se derivan de la política de reducción de costes.