En Japón han prohibido que las mujeres lleven anteojos. Este hecho ha acrecentado el feminismo, el cual poco a poco va tomando fuerza en un país que impone un estricto código de vestimenta para sus trabajadoras, entre otras medidas que las reprimen.
Este veto, tiene un fundamento meramente estético: si las trabajadoras llevan gafas, no podrá verse su maquillaje; otro de los requerimientos comunes que las empresas suelen imponer a las mujeres en este país con el objetivo de llegar al "Yamato Nadeshiko", término japonés que hace referencia a la mujer "ideal".
Para muchas compañías, los anteojos hacen lucir a una mujer menos femenina, dan una imagen fría e incluso grosera, además no pega con el traje tradicional del país por lo que piden a sus empleadas llevar lentes de contacto.
Como recordamos, hace unos meses otra imposición similar remeció al género femenino: las trabajadoras están obligadas a usar zapatos de tacón.