En Argentina, alrededor de 3.500 ovejas murieron de hipotermia, días después de haber sido esquiladas en medio de una ola de calor.
Manuel García Olano, secretario de Ganadería y Agricultura provincial, vinculó el hecho al "brusco cambio climático" ocurrido en la provincia de Corrientes el último fin de semana.
"El clima cambió, refrescó y llovió en la zona, y esto provocó la muerte de estos animales, que son sensibles a estas modificaciones meteorológicas", explicó Olano.
La muerte de las ovejas se produjo en al menos tres establecimientos del departamento de Curuzú Cuatiá, unos 320 kilómetros al sureste de la capital provincial.