Gran parte de la población mexicana deberá atrasar una hora sus relojes este domingo 28 de octubre a las 2 de la madrugada, con la finalidad de ahorrar energía y aprovechar la luz natural.
La medida forma parte del cambio de horario invernal que regirá hasta el próximo 7 de abril, donde pasará al de verano.
México adoptó estas acciones a partir de 1975, cuando presentaban una crisis petrolera. Según cálculos del Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica, el cambio de hora permitió ahorrar 885 gigawatts en 2017, el cual equivale al consumo aproximado anual de 571.000 viviendas. Asimismo, en términos económicos la medida redujo gastos en 58.5 millones euros tan solo el año pasado.
Cabe indicar que 33 municipios de la frontera con Estados Unidos también realizaran el cambio, pero el 4 de noviembre para luego regresar el próximo 10 de marzo al de verano.
Por su parte, los estados de Sonora (noroeste) y Quintana Roo (sureste), estarán aislados de la medida. En el primer caso se debe por las interacciones comerciales con Arizona, donde no se aplica este accionar debido a las altas temperaturas que registran.
Mientras tanto, en el segundo es por el cambio su uso horario, el mismo que se mantiene fijo todo el año y lo que le permite tener dos horas más en verano y una en invierno.