El sujeto, que sufre de obesidad mórbida, fue separado de su tratamiento contra esta enfermedad del Kent County, en Rhode Island, EEUU, porque rompió las reglas establecidas al pedir una pizza familiar.
John Steven Assanti, de 33 años, fue echado tras 80 días de tratamiento. Debido a esto, el afectado vive ahora en la camioneta de su padre, ya que no tiene por el momento un domicilio fijo.
El padre del enfermo señaló que la expulsión de su hijo del programa acelerado contra el sobrepeso lo pone en peligro, ya que podría volver a sus malos hábitos alimenticios.
“La separación de mi hijo pone en riesgo su existencia. Espero convencer a la dirección del Kent Hospital para que readmita a John porque su vida corre peligro“, añadió su progenitor.