Sheila Marsh es una inglesa de 77 años que padece de cáncer terminal. Y pocas horas de morir pudo cumplir su deseo: despedirse de su caballo favorito Bronwen. El equipo médico permitió que la anciana viese al animal por última vez, por lo que la bajaron en su cama desde su habitación hasta la calle, donde el equino la estaba esperando.
Los médicos permitieron este reencuentro debido a que su condición era irreversible. "Estaba llorando mucho y las enfermeras también. Fue un momento precioso. Amaba a sus caballos, y amaba y adoraba a todos los animales. Tenía seis caballos, tres perros, tres gatos y más animales", aseguró su hija Tina.
Horas después de emocionante la despedida, Sheila murió. "Fue algo muy importante para mi madre. Era una de las personas más trabajadoras que se puedan conocer, y haría cualquier cosa por cualquiera", reconocieron sus familiares.
Andrew Foster, director del centro, compartió en Twitter y señaló su orgullo por poder ayudar a una persona a cumplir su último deseo antes de partir.