No cabe duda que la suerte existe. En todo caso, lo que le ocurrió a un jubilado estadounidense puede ser prueba de ello. Sucede que este residente de Nueva York quiso invertir su dinero que recibió por su retiro de una manera inteligente. Así que decidió viajar a Portugal y comprar unas cuantas hectáreas de tierra en una zona rural del país luso para pasar sus últimos días. En realidad, por un conocido suyo en este país es que se le presentó la oportunidad de comprar este terreno donde había un enorme depósito abandonado. Lo que encontró en él lo dejó helado de la impresión, claro, también de emoción. A continuación descubre foto a foto la historia.