No hay límites para ser un héroe. Un técnico de piscinas de Phoenix, Arizona (EEUU) se convirtió en el improvisado salvador de nada menos que un ‘perrito de la pradera’, una especie de roedor parecido a una ardilla, que vio ahogándose en la alberca que estaba por limpiar.
Aunque en un momento parecía que era demasiado tarde para el animalito, Rick Gruber notó muy leves signos de vida en el cuerpo que había sacado del agua. Entonces decidió poner en práctica las maniobras de resucitación que había aprendido, aunque en menor escala.
Usando sus dedos, comenzó a masajear el cuerpo, hasta que éste empezó a reaccionar. Luego dejó al perrito descansar en una de sus rodilleras. Un rato después, despertó y fue capaz de volver al bosque por su propia cuenta.
“¿Los limpiadores de piscinas no son tan malos, o si?rdquo;, dijo Gruber, quien inmortalizó su proeza en video.