En las últimas 24 horas, equipos de rescate han logrado recuperar cuatro nuevos cadáveres de pasajeros del ferry Sewol que se hundió este miércoles en la costa de Corea del Sur. Ya son 33 los fallecidos confirmados, según el último balance oficial, mientras que 269 continúan desaparecidas.
El principal problema de la búsqueda siguen siendo las fuertes corrientes en la zona del naufragio, a la que se suma a la escasa visibilidad, causas que serían las mismas que provocaron el hundimiento del buque transbordador.
Una gran mancha de combustible liberado por el Sewol dificulta aún más las labores de rescate. Se cree que el buque todavía conserva en sus depósitos 139.000 litros de fueloil y 39.000 de diésel que amenazan con ser expulsados al mar.
Más de 170 embarcaciones, 28 helicópteros y aviones y más de 650 buzos participan en la búsqueda de los 269 desaparecidos, quienes se encontrarían atrapados dentro del barco. Las posibilidades de hallarlos con vida son mínimas, pero sus familiares se aferran a la esperanza de que algunos hayan sobrevivido en bolsas de aire en el interior del barco.
Un total de 325 pasajeros del barco son estudiantes de bachillerato que realizaban un viaje escolar a la isla de Jeju, uno de los principales destinos turísticos del país, al suroeste de la península.
Por otro lado, las autoridades del país detuvieron hoy al capitán, identificado como Lee Jun-seok, de 69 años, quien no pilotaba la nave en el momento del accidente, sino que lo hacía la tercera oficial a bordo, una joven de 26 años con escasa experiencia.