Se encendió la polémica en un centro educativo de Peterborough, en Inglaterra, por dejar fumar a los menores para evitar su ansiedad. Se trata de un colegio de alumnos inadaptados, que acoge a chicos expulsados de otros colegios. Según su directora, tras fumar vuelven a la clase con muchas más ganas.
A los menores, de 14 años de edad, se les deja un espacio prudente de 10 minutos para que puedan fumar. En cada cigarrillo cuentan con la supervisión de los docentes. Según explicaron, los descansos "les ayudan a concentrarse".
Además, aseguran que el descanso se usa para marcar una pauta de comportamiento, ya que "no son adultos capaces de responsabilizarse de sus decisiones".
Así, esto les permite marcar pautas tales como que "tienen que entregar sus cigarros al comienzo de la jornada y solo se les deja fumar en los descansos y fuera de las aulas".
El tema está causando una gran polémica en el Reino Unido. De hecho, ya han solicitado a los responsables del ayuntamiento que se preocupen del caso, ya que este centro "debe cumplir estrictamente las normas" que prohíben fumar en los centros educativos.
