El Gobierno galo destruyó hoy tres toneladas de marfil, requisadas por sus servicios aduaneros, en un acto simbólico junto a la Torre Eiffel para ilustrar su compromiso contra la caza furtiva de elefantes y rinocerontes.
Entre las piezas convertidas en polvo con una trituradora había más de 15.000 objetos tallados en marfil -cuyo peso sumaba 800 kilos- y 698 colmillos -trabajados o sin procesar, que superaban los 2.300 kilos-, explicó el Ministerio de Ecología en un comunciado.
El valor total de todo este material, incautado por las aduanas francesas entre 1987 y 2007 -en un 80 % en el aeropuerto Charles de Gaulle de París-, representa un millón de euros en el mercado negro.
El ministro de Ecología advirtió de la intención del Gobierno francés de multiplicar por 10 el valor de las multas en caso "de infracción simple" por traficar con marfil (de 15.000 a 150.000 euros) y por cinco en caso de que se haga dentro de una banda organizada (de 150.000 a 750.000 euros).
El comercio de especies trafica anualmente con entre 500 y 600 millones de peces tropicales, 15 millones de animales apreciados por su piel, 5 millones de aves, dos millones de reptiles y 30.000 primates, según los datos de la organización WWF.