Según se conoció, un sujeto de aproximadamente 30 años, adquirió un pasaje en primera clase en la China Eastern Airlines, pero no tenía la intención de viajar.
Lo utilizó durante un año para comer y beber gratis, todos los días, en los mejores restaurantes y bares de la sala VIP del terminal aéreo Xi'an, en la ciudad China de Shaanxi.
Los responsables de la compañía descubrieron que un pasajero había cambiado más de 300 veces la fecha de salida del pasaje a lo largo del año, y que mientras tanto había disfrutado las instalaciones del lujoso aeropuerto.
Al verse descubierto, el pasajero gestionó y logró el reembolso de su boleto, que nunca llegó a ser utilizado y desapareció del lugar sin dejar huellas.
Un portavoz de la compañía aérea aseguró que no había medio legal para denunciar ni detener al supuesto pasajero, por lo que la empresa aérea asumirá los gastos del “viajero fantasma”, informó el diario Kwong Wah Yit Poh.