Un juez de Texas ordenó a los encargados del Hospital John Peter Smith que retiren, antes de las 5 p.m. del lunes, todos los soportes vitales y respiradores artificiales a una mujer embarazada que tiene muerte cerebral.
Erick Muñoz, esposo de la mujer, asegura que los doctores le dijeron que su esposa "perdió toda la actividad en su tronco cerebral" y que "el feto gestándose dentro de la cónyugue no es viable". Por eso ha hecho varias solicitudes para que le retiren las máquinas y la familia la pueda enterrar.
Los abogados que representan a la familia de Marlise Muñoz revelaron el miércoles que el feto es claramente anormal. "Incluso en esta fase inicial, las extremidades inferiores están deformes hasta el punto en que no se puede determinar el género. El feto sufre de hidrocefalia. También parece sufrir de un posible problema cardiaco", dice un comunicado de los abogados.
Cabe mencionar que el hospital puede apelar la mencionada decisión del fiscal.