El Sumo Pontífice decidió suprimir varios títulos honoríficos dentro de la jerarquía eclesiástica, entre ellos el de “monseñor”, un acto que ha sorprendido a millones de feligreses alrededor del mundo.
Se conoció que esta medida fue tomada por Francisco hace varias semanas. Ello busca acabar con el “clasismo” y el “espíritu mundano” dentro de las autoridades de la iglesia católica.
Fue el Secretario de Estado del Vaticano, encargado de las actividades diplomáticas, quien envió una carta a los embajadores de la Santa Sede en todo el mundo para informar a los obispos sobre esta disposición.
En adelante, el único título que podrán conservar los obispos será el de “capellán de su Santidad”. La medida no tiene carácter retroactivo, por lo que muchos eclesiásticos de la Curia Romana, el gobierno central, seguirán manteniendo el título de monseñor.