Desde que se enteró que a su esposa le diagnosticaron cáncer de mama en el año 2003, Bob Carey se propuso la misión de hacer reír a su esposa de una manera poco habitual. El estadounidense viaja por el mundo vestido con un tutú rosa desafiando la lluvia, la nieve y las bajas temperatura para lograr fotografiarse y así poder mantener el ánimo positivo de su esposa durante las sesiones de quimioterapia. Las fotos de Bob fueron tan populares que la pareja decidió fundar el Proyecto Tutú, una iniciativa que busca ayudar a otras pacientes con cáncer.